S2. A2/Ser estudiante en ambientes virtuales de aprendizaje



Se ha evolucionado de un modelo educativo en el que el docente es el centro del proceso de aprendizaje y cuyo principal apoyo para impartir conocimiento es el libro; a convertir al estudiante en el responsable de su propio aprendizaje. Pero esta modalidad de aprendizaje en un ambiente virtual genera un reto para todos aquellos que se ven en la necesidad de aprender a utilizar las diferentes herramientas tecnológicas, de información y comunicación que se requieren durante el proceso; ya que no todos estamos familiarizados con dichas herramientas.

Estando acostumbrados a un método de aprendizaje en el que se nos dicta el qué, cómo, cuándo, dónde, con qué y de qué manera realizar las tareas; migrar a un aprendizaje autónomo y donde la colaboración con otros es fundamental puede resultar un reto para el alumno. Además, requiere cooperación, tolerancia y respeto. Y sobre todo, implicación que lleve a desarrollar actitudes proactivas y autónomas.

Son muchas y muy variadas las necesidades que va presentando el alumno durante su aprendizaje en el entorno virtual, para las cuales contamos con la atención de los docentes en línea. El docente brinda apoyo y orienta, motiva y anima, modera y es guía durante todo el proceso.

El uso de la Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) han venido a transformar la manera en cómo aprendemos, presentando nuevos retos y desafíos. El aprendizaje en esta modalidad de estudios se lleva a cabo en un ambiente virtual. Bajo esta modalidad, el proceso educativo se enfoca más al aprendizaje que a la enseñanza, incorporando actividades estimulantes para la autogestión y la colaboración. Se distingue por aprender de manera independiente, ya que tiene a su disposición tutoriales e información para el autoaprendizaje.

El alumno es responsable de su propio aprendizaje, no hay cabida para un aprendizaje pasivo en el que espere a que se le den indicaciones precisas de qué hacer. Sino que toma un papel activo al involucrarse en el proceso.

Este modelo educativo se caracteriza por ser flexible en cuanto a que el alumno mismo determina dónde, cómo, cuándo y cuánto estudia. Sin embargo, pese a ser flexible existen tiempos de entrega, por lo cual es de vital importancia saber administrarse.

Es un proceso de aprendizaje que hará surgir en el alumno diversas emociones, las cuales tendrá que identificar, controlar y manejar; comprender y responder con empatía al apoyo solicitado por los compañeros y saber tratar a los demás que se encuentran en el mismo proceso y requieren de una influencia positiva y motivación.

Específicamente la modalidad de aprendizaje en línea requiere que aprendamos a ser autogestivos, autocríticos y reflexivos. Adoptar una actitud crítica y creativa frente a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Cuestionar, replantear, investigar e idear. Evitar tan sólo memorizar y repetir. Adaptarse al trabajo en un entorno cambiante. Fortalecer la comunicación escrita, el principal recurso para expresarse en esta modalidad. Dejar atrás los entornos competitivos. Crear una agenda con la programación de las actividades a realizar y los tiempos de entrega. Potencializar nuestras habilidades de lectura y escritura.

Son muchos y muy diversos los retos con los que se enfrenta el estudiante en línea, así como también son muchas las ayudas que tiene a su disposición. Pero lo más importante es que se cuente con la disposición de aprender, de esta manera el estudiante no concebirá como fácil o difícil el proceso y se enfocará en manejar su propio ritmo de aprendizaje de acuerdo a su meta académica.

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